- Cumbres
- Noticias
- Fundación SiGMA
- Formación y asesoramiento
- Tour de póquer
- Sobre nosotros
En los Países Bajos, el aumento de los impuestos y la presión regulatoria están poniendo a prueba la industria del juego. Tanto los operadores presenciales como los online tienen dificultades para mantener sus márgenes de beneficio, y algunos se han visto obligados a cerrar por completo. A medida que los casinos y las salas de juego cierran y se deshacen de sus máquinas tragaperras, la Autoridad Holandesa del Juego (Kansspelautoriteit o KSA) teme que estas máquinas puedan acabar alimentando el mercado ilegal.
¿Qué sucede con las máquinas tragaperras cuando cierra una actividad comercial? Cuando esto sucede, suelen intentar vender o subastar los equipos. Sin embargo, en lo que respecta a los equipos de juego y las máquinas tragaperras, esto crea un grave riesgo, puesto que los compradores sin licencia podrían usar las máquinas en establecimientos ilegales que no ofrecen ninguna protección al jugador ―no se verifica la edad, ni la situación económica, ni se brinda protección contra la ludopatía―.
“Son dispositivos profesionales”, . “Es importante que los compradores no operen estas máquinas tragaperras sin las licencias pertinentes”.
Para evitar el uso indebido, el regulador se ha puesto en contacto proactivamente con todos los compradores identificables de las máquinas para recordarles sus obligaciones según la legislación neerlandesa sobre juegos de azar. “Para instalar una máquina tragaperras en un establecimiento de hotelería o salas de juegos, primero se debe obtener una licencia que habilite a operar”, explicó la KSA. “Si se trata de una máquina de juegos de azar, también se debe obtener un permiso municipal”.
En octubre de 2024, entraron en vigencia nuevas normas que exigen comprobar la situación económica e introducen límites de gasto mensual: 700 € para adultos mayores de 25 años y 300 € para adultos jóvenes de entre 18 y 24 años. En el cuarto trimestre de 2024, inmediatamente después de la implementación de estas medidas, los ingresos provenientes de los juegos de azar en línea cayeron un 12,3 %.
Para algunos, esta caída confirma que las plataformas reguladas dependían excesivamente de los jugadores problemáticos con gastos elevados. Otros argumentan que demuestra que los jugadores están migrando a plataformas no reguladas en el extranjero, a fin de evitar requisitos más estrictos.
La KSA ha publicado datos que parecen respaldar esta última afirmación: para la segunda mitad de 2024, más de la mitad de los ingresos del juego holandés se habían trasladado a sitios en el extranjero.
Para aumentar la creciente lista de desafíos para los operadores, la tasa impositiva sobre el juego aumentó del 30,5 % al 34,2 % en 2025, y se espera otro aumento al 37,8 % en 2026.
Sin embargo, los operadores ―presionados por el aumento de los impuestos y la reducción de márgenes― pueden contar con la KSA para afrontar a su mayor competidor: el mercado ilegal.
Desde el órgano regulador, se comprometieron a trabajar en estrecha colaboración con los Centros Regionales de Información y Experiencia (Regional Information and Expertise Centres, RIEC), la policía y los municipios locales a fin de frenar la actividad ilegal.
También pidieron colaboración al público con la puesta en marcha de un centro de denuncias para que los ciudadanos puedan comunicarse si tienen alguna sospecha.
Desde la KSA, dejaron en claro que, si es necesario, confiscarán y destruirán las máquinas de juego ilegal para que estén fuera de circulación.