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¿Es válida una licencia maltesa en Alemania? El TJUE se pronuncia sobre la disputa
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El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se encuentra en el centro de una controversia legal que podría alterar radicalmente el panorama del juego en línea en toda Europa. El núcleo de la disputa reside en si una licencia de juego maltesa era suficiente para que los operadores atendieran a los jugadores alemanes bajo el anterior régimen alemán de juego en línea, más restrictivo.
La respuesta podría desbloquear o bloquear miles de reclamos de reembolso de jugadores y obligar a repensar cómo los estados miembros de la UE regulan el juego.
El caso del TJUE: Malta, Alemania y la cuestión de las licencias
El 9 de abril, el TJUE en Luxemburgo escuchó el caso , el primero de una serie de batallas legales de alto riesgo sobre los reembolsos a los jugadores y la prestación de servicios de juego en el extranjero.
El caso se centra en Lottoland, un operador con licencia de Malta, y si era legal que dichas empresas ofrecieran juegos de azar en línea a residentes alemanes antes de que el nuevo tratado interestatal de Alemania entrara en vigor en 2021.
La disputa surgió después de que un jugador alemán demandara a Lottoland para recuperar sus pérdidas de juego, argumentando que el operador carecía de licencia alemana en ese momento. Posteriormente, el abogado Volker Ramge adquirió y amplió la demanda para representar a un grupo más amplio de consumidores alemanes, y el caso se volvió a presentar ante los tribunales de Malta.
Ambas partes acordaron finalmente pedir al TJUE que aclarara si el anterior régimen de licencias de Alemania era compatible con el derecho de la UE, en particular los principios de libre circulación de servicios en virtud del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
El proyecto de ley 55 y su impacto más amplio en el juego europeo
Una subtrama clave en el caso es el controvertido proyecto de ley 55 de Malta, que bloquea la ejecución de sentencias de tribunales extranjeros, como las sentencias de reembolso a jugadores, contra empresas de juego con licencia en Malta.
El representante de la Comisión Europea declaró ante el TJUE que el proyecto de ley 55 “podría ser potencialmente incompatible con el derecho de la UE y que podría ser necesario examinarlo formalmente antes de que los jueces dicten una sentencia definitiva”.
Sin embargo, los abogados malteses argumentan que la ley es irrelevante para este caso y debería ignorarse. Los expertos legales están observando de cerca el caso. “Por el momento, la situación sigue muy abierta”, declaró Jan Feuerhake, socio de Taylor Wessing en Hamburgo. “En la vista oral, el Tribunal no dio ninguna pista sobre su decisión”.
Alicia Pointner, de Melchers, coincidió y señaló: “Es difícil evaluar el fallo del tribunal. Las preguntas, incluidas las planteadas por el Abogado General, dejaron claro que la decisión podría limitarse a las circunstancias específicas del caso individual. Queda por ver si este será el caso”.
Sin embargo, las posibles consecuencias son enormes. “La sentencia podría tener implicaciones de gran alcance sobre cómo los Estados miembros de la UE equilibran la soberanía regulatoria nacional con el cumplimiento de la legislación de la UE. Podría sentar un precedente para otros sectores donde las normas nacionales entran en conflicto con los principios de la UE y requerir una reevaluación de los enfoques regulatorios en diversas industrias”, advirtió Pointner.
Reembolsos a los jugadores y la regulación europea: ¿qué sigue?
Mientras persista la incertidumbre legal, los financiadores de litigios que reclaman reembolsos a jugadores en Alemania, Austria y Países Bajos no se desaniman. Sin embargo, se muestran cautelosos a la hora de expandirse a otros países hasta que el TJUE aclare la situación.
Si el tribunal dictamina que el antiguo régimen de Alemania era ilegal, podría desencadenar una ola de nuevas demandas y obligar a los reguladores nacionales y a la industria del juego en línea de Malta a rendir cuentas.
Feuerhake señaló que el dictamen del Abogado General del TJUE, previsto para el 10 de julio, será un momento clave: “El Abogado General debe emitir su dictamen sobre el asunto C-440/23 el 10 de julio, al que suele seguir un comunicado del TJUE, que indica los posibles resultados de la sentencia”. Se espera un fallo definitivo a finales de este año.
Mientras la industria europea del juego espera el resultado, el caso se perfila como un hito en el continuo tira y afloja entre la soberanía nacional y las libertades del mercado único de la UE. Como dijo un espectador: “Esta lucha está lejos de terminar”.
